viernes, 21 de mayo de 2010




Conclusión
La sociedad es sensible a la contaminación ambiental e incluso a la contaminación acústica, ya que se trata de un fenómeno exteriorizado. Sin embargo, la contaminación visual se encuentra todavía en un nivel menos consciente, de forma que la mayor parte de la población no sólo no es consciente de sus efectos perversos sino que además niega su existencia como si se tratase de una broma o exageración.
Primero, las ciudades transformaron el paisaje natural en un conglomerado de asfalto y cemento. Después las grandes empresas y los publicistas se encargaron de contaminarlo con sus "emisiones mentales".
Aunque la globalización ha exportado la contaminación visual por encima de barreras políticas y naturales, la población mundial no reacciona de igual forma ante el abuso de las multinacionales. En nuestra cultura, la propagación de la publicidad se ha venido realizando desde sus inicios, por lo que no genera rechazo, ni siquiera curiosidad por parte de los ciudadanos. Sin embargo, en lugares remotos, o se admira o se rechaza.
Resta educar, y hacerlo con el ejemplo es la mejor manera, exponiendo conductas sanas, que nos engrandezcan como sociedad. Porque bien puede decirse que subyace, en el fondo de muchas acciones desaprensivas, un mero interés individual, importando poco lo que piensa o siente el vecino; derramando una ausencia de ganas por mejorar, o al menos preservar, el entorno, las personas y la conducta general.

Impactos Ambientales Contaminación Visual
En estos años que corren escuchamos hablar a diario de contaminación del aire, del suelo, de los mares, de los ríos, de derrames de petróleo, de vertidos industriales y de fugas de gases radiactivos. Hilando más fino hemos descubierto los peligros de la polución química y bacteriana del aire en los interiores, de los campos electromagnéticos y de la contaminación sonora. Tras que teníamos poco con los problemas que nuestra civilización le ha causado a la Naturaleza, ahora también parece que contaminamos nuestro sistema nervioso central a través de la visión.
El cerebro humano tiene una determinada capacidad de absorción de datos. Los sentidos son los encargados de transmitir al cerebro toda información que perciben del entorno. Entre ellos, el sentido de la vista es uno de los más complejos y de los que mayor incidencia tiene en la percepción global del entorno y, por lo tanto, en las reacciones psicofísicas del hombre. El ojo es una máquina óptica muy compleja. La retina retiene la imagen durante 1/10 de segundo, como si fuera el cuadro de una película. De hecho, este mecanismo ha sido aprovechado para crear el efecto de movimiento en el cine. La información visual retenida en tan corto tiempo tiene una acción directa sobre nuestra capacidad de atención.
Cuando una imagen supera el máximo de información que el cerebro puede asimilar (estimado en 4 bits/seg), se produce una especie de “stress” visual, el panorama perceptual se vuelve caótico y la lectura ordenada del paisaje se hace imposible.
Por otro lado, cuando la riqueza de la imagen no alcanza un mínimo de información (alrededor de 0,4 bits/seg), la atención decae y los reflejos se embotan.
De este modo podemos definir la complejidad visual como un proceso que oscila entre el desorden y la monotonía perceptual.
Si bien se han realizado intentos de cuantificar el grado de complejidad perceptual, el equilibrio sigue siendo cualitativo. Podemos definir un edificio barroco como un ente visualmente complejo, pero si sus partes son armónicas entre sí, la sensación de unidad que transmite ordena en nuestra percepción todos sus elementos. También un objeto puede ser complejo de cerca pero simple de lejos, o viceversa.

Estímulos visuales en espacios interiores
Un ambiente carente de los estímulos necesarios para el funcionamiento normal de la atención humana puede disminuir la creatividad y la capacidad de resolver problemas, facilitando la apatía. Como ejemplo citemos la mayoría de las oficinas públicas y muchas escuelas, colegios y claustros universitarios. Por el contrario, si un espacio interior se halla saturado de fuentes de información disímiles, el resultado puede afectar la capacidad de concentración, volviéndola dispersa. La combinación de colores se suma a este efecto de la complejidad visual en los ambientes. Muchas veces nos quedamos parados frente a una góndola de un supermercado, bombardeados por la variedad de objetos y colores, sin saber o recordar siquiera si queremos comprar algo de ese sector. Es como si nuestro cerebro hubiera entrado en cortocircuito.
Estos factores, sumados al resto de las influencias ambientales, tienen alta incidencia en el grado de eficiencia laboral en muchas empresas e instituciones.

Carteles asesinos
Los carteles en las rutas suelen ocultar características del recorrido, como curvas y cruces, incrementando así la probabilidad de accidentes. Incluso los árboles, por más ecologista que se pretenda ser, en un mal planeamiento paisajista pueden obstaculizar la visión.
El contenido visual de los mensajes publicitarios en rutas y calles también suele ser un importante factor distractivo. Los anuncios tratan de ser cada vez más atractivos y se apela a efectos tales como diseño, color, luz, movimiento, tamaño. A su vez, el contenido intenta cautivar la atención del automovilista o del transeúnte, evocando emociones profundas o apelando a la desnudez, el sexo o la violencia.

¿Dónde está el semáforo?
Con el incremento de los carteles luminosos, al llegar a una esquina suele hacerse difícil distinguir la luz de alto del resto de luces rojas que se superponen delante y detrás del semáforo. Las luces traseras rojas de los autos también pueden confundirse con las de los semáforos en el caso de una calle que sube al alejarse. La luz de sodio del alumbrado público puede confundirse con la luz amarilla.
En algunas ciudades como Rosario esto se ha podido revertir en parte con una plancha negra sobre la que se destacan las tres luces del semáforo, tanto de noche como durante las horas de sol.

Cables sin visión
El tendido aéreo de los cables de electricidad, teléfono y televisión constituye un corte molesto en la panorámica, ya sea en las ciudades o en el campo. Este problema es bien conocido por quienes se dedican a la fotografía. Incluso los edificios y monumentos históricos ya no pueden fotografiarse libres de estas ataduras visuales. La urdimbre de cables que cruzan las calles envuelve a la ciudad como una densa telaraña. ¿Qué emoción produce a un anciano abrir los postigones de su antiguo balcón y encontrarse con varios cables, gruesos y negros, pasando apenas a un metro de sus ojos?
Lo mismo ocurre con la profusión actual de antenas de radio enlace y telefonía celular, que han convertido al horizonte de nuestras ciudades en una selva de torres de metal.

Luces que oscurecen
Con el progresivo aumento de la contaminación lumínica, cuando miramos hacia arriba, ya no vemos la bóveda celeste, tachonada de estrellas que conocieron nuestros abuelos. Se nos ha privado de esta relación directa con el cosmos, esa sensación que nos hacía conmover ante la inmensidad del espacio y la pequeñez y soberbia del ser humano. Nuestra escala visual se va reduciendo y con ella el ser humano se encierra cada vez más en su mundo inventado. Ya no vemos el horizonte ni las estrellas. Todo pasa a ser lo cotidiano, lo inmediato, sólo importa lo que está al alcance de la mano.
De noche, las luces altas de los vehículos en plena ciudad encandilan no sólo a los otros conductores, sino también a los peatones que intentan cruzar una calle o identificar el tímido número de un colectivo que se acerca.
La contaminación visual no es tan sólo un problema de estética, como vimos puede afectar tanto a la salud psicofísica como al desenvolvimiento de la conducta humana y a la eficiencia laboral. En última instancia, tiene que ver con nuestra calidad de vida.
· Contaminación visual: se produce generalmente por instalaciones industriales, edificios e infraestructuras que deterioran la estética del medio.

Consecuencias del mal uso de las Vallas y los Avisos Comerciales
1. Las Vallas (Contaminación visual).Se origina la contaminación visual, debido al abuso en el número de vallas en la ciudad.Otro factor que genera contaminación visual, es el uso de diferentes tipos de vallas en un mismo punto de la ciudad, creando desorden y competición con las formas diferentes de la arquitectura.
2. Vallas (Desorden arquitectónico). Muchas vallas son instaladas de manera que irrumpen de forma agresiva en las estructuras de los edificios o casas. Las estructuras metálicas necesitan apoyarse sobre las edificaciones por lo que crean un desorden en las terrazas, fachadas, techos y azoteas.
3. Vallas (Saturación y peligro para los peatones y conductores de vehículos). Una de las consecuencias o peligro que generan las vallas es la distracción de los conductores, bien sea por su temática o por el sistema de impresión o de comunicación (movimiento). Los puntos de distracción se concentran por lo general, en lugares donde hay gran volumen de tráfico.
4. Avisos Comerciales (Alteración fachadas).
El volumen de los avisos, las formas así como la cantidad de ellos, pueden alterar las fachadas que los sostienen dejándolas ocultas, por lo que se crea un gran desorden visual.
Un turista que observe las esquinas de nuestras calles convertidas en basurales a cielo abierto, que vea infinidad de paredes pintarrajeadas y monumentos deteriorados, necesariamente se forjará una opinión adversa sobre nuestro entorno.
Algunas publicaciones, con el afán desmedido de incrementar sus ventas, recurren a la más antigua de las técnicas: hacer hincapié en las pasiones y bajos instintos del ser humano, y apelar para ello a fotografías morbosas a titulares escandalosos o alarmistas. Esta falta de ética profesional denota un desconocimiento de los pilares básicos del periodismo, los cuales sustentan que la labor de la prensa debe engrandecer a la sociedad que la recibe, y no degradarla a niveles tan bajos.
De noche, la excesiva iluminación comercial, en carteles y propagandas, que cualquier ciudad importante ostenta, contribuye muchas veces a una dispersión de la atención y según el caso, a un posible aumento de la excitabilidad del individuo, al verse sometido a tan profuso acoso visual.
Si a esto le sumamos los bocinazos, baldosas flojas, gentío para arriba y para abajo, empujones y calles estrechas bien puede imaginarse (o recordar el lector) el estado de ansiedad que puede experimentarse en tales circunstancias, es enorme: pero no nos preocupemos, dado que ya regresamos al hogar, al reconfortante ambiente que tanto extrañamos.
Dejamos atrás las veredas tapizadas de papeles, latas, residuos domiciliarios, cajas de cartón, excrementos de animales y otras yerbas, para ingresar en nuestra bendita casa.
Pretendemos olvidarnos, claro está, de la fatiga diaria, y casi automáticamente, encendemos la televisión. Y aquí reside otro punto en disputa: la injerencia de los programas de TV en nuestra vida, y de qué manera pueden modificarnos, para bien o para mal.
Si planteamos entonces que cierta programación con ejemplos y actitudes reñidas con la moral y buenas costumbres puede, de hecho, inducir ejemplos negativos, o lo que es peor, presentar falsos valores a la juventud y a los adultos, podríamos establecer, entonces, que existe un tipo de contaminación visual que afecta no sólo al individuo, sino a toda su familia
Y si consideramos el enorme alcance de las transmisiones de televisión, donde muchas de ellas ingresan en millones de hogares, es fácil suponer las implicancias sociales.
Este tipo de contaminación visual televisiva, originada por programas de nulo valor educativo e intelectual, apoyados muchas veces en métodos sensacionalistas puede producir, a la larga y por habituación, una marcada distorsión en el pensamiento del individuo, el cual tiende a asumir como normales (porque los ve en televisión) ciertas actitudes o modelos de vida que, lejos de edificar en él una personalidad moralmente sólida, la desvían y confunden.
En este punto, cabe destacar que, sea por suciedad en las calles, letreros abigarrados y estridentes o la influencia de ciertos programas televisivos, la actitud del ciudadano debe ser igual. Pasa por tomar conciencia del problema, para luego reclamarse a sí mismo una conducta mejor, y exigir a las autoridades pertinentes que tomen debida carta en el asunto. Sí nos quejamos y sin embargo, tiramos residuos a mansalva; si nos resultan indiferentes ciertas actitudes; si pensamos que la ciudad o pueblo no es nuestro sino de un ente abstracto, entonces nada cambiará
Pero como todo en este mundo, puede revertirse si existe una voluntad social activa, que se emparente con un cambio cierto de conductas, de cada uno de nosotros. Para no tener siempre que quejamos, y empezar a disfrutar, de una vez por todas, un mundo mejor.

Principales Causas de la Contaminación Visual
o Excesos de avisos publicitarios e informativos (luminosos o no) en forma de carteles en vías.
o Exceso de avisos publicitarios e informativos de programas en general por televisión
o Nuevas edificaciones o distorciones en paisajes naturales que ahuyentan a los animales.
o Basurales que malogran el paisaje y pueden alejar el turismo.

¿Cómo afecta a nuestra salud la contaminación visual?
· Estrés
· Dolor de cabeza.
· Distracciones peligrosas (especialmente cuando conduce un vehículo).
· Accidentes de tránsito
· Problemas ecológicos (se alejan algunas especies y se rompe el equlibrio ecológico
Contaminación visual
Podría definirse como un desequilibrio en el paisaje (ya sea natural o artificial) que afecta las condiciones de vida y las funciones vital de los seres vivos.El cerebro humano tiene una capacidad finita para la interpretación de las imágenes que recibe desde el principal sentido, la vista. Se ha determinado que la retina mantiene una imagen durante 1/10 de segundo (como si fuera un cuadro de una película).La información visual tiene una acción directa sobre nuestra capacidad de atención. Cuando una imagen supera el máximo de información que el cerebro puede asimilar, se produce estrés visual. Es entonces que la percepción se vuelve caótica y la lectura ordenada del paisaje se hace imposible.Esta situación provoca alteraciones en las funciones psicofísicas del ser humano. Stress, mal humor, agresividad, trastornos en la atención y, para los automovilistas, riesgosas distracciones.

Causas
Las diversas causas de la contaminación visual pueden ser:
Excesos de avisos publicitarios e informativos (luminosos o no) en forma de carteles en calles y rutas, al igual que los avisos publicitarios e informativos de programas, en general, por televisión y los carteles callejeros: El contenido visual de este tipo de mensaje publicitario extremadamente atractivo, por ende produce un alto índice de distracción aumentando el riesgo de accidentes.
Nuevas edificaciones o distorsiones en paisajes naturales, como consecuencia, ocasionan la dispersión de animales: Una lectura difícil del paisaje urbano provoca fatiga, frustración, mal humor y agresividad vial. Otro problema es la pérdida de identidad barrial. Por ejemplo, en Buenos Aires, una ciudad rodeada a medias por el Río de la Plata, en donde sin embargo no es tan fácil ver el agua.
Exceso de colores y objetos en espacios interiores: El grado de eficiencia laboral de muchas empresas o instituciones se encuentra en gran parte afectado por este factor contaminante, ya que provoca una dispersión de la capacidad de concentración.
Basurales que malogran el paisaje y pueden afectar al desarrollo del turismo en la cuidad: La calidad visual de los distintos edificios se ve disminuida.

Consecuencias
Este tipo de contaminación puede provocar:
- Estrés
- Dolor de cabeza
- Distracciones peligrosas
- Problemas ecológicos
- Trastornos de atención
- Disminución de la eficiencia laboral
- Trastornos de agresividad y mal humor
- Accidentes de tránsito

Opinión del grupo sobre posibles soluciones
El centro de esta cuestión se halla en la conducta de cada individuo en particular. La contaminación visual nos afecta psíquicamente y creamos más de lo mismo que nos sigue afectando. La solución comienza por un cambio de actitud: Una de las opciones es la eliminación total o parcial de avisos publicitarios a través de leyes. Aunque la eliminación total perjudicaría mucho a las empresas que quieren ofrecer un producto, ya que es un medio importante para la publicidad. Con la eliminación parcial nos referimos a restringir los carteles a zonas permitidas, prohibiendo, por ejemplo, los avisos publicitarios en zonas en las que podrían desconcertar a los conductores.

sábado, 8 de mayo de 2010


Efectos sobre el sueño
El ruido produce dificultades para conciliar el sueño y despierta a quienes están dormidos. El sueño es una actividad que ocupa un tercio de nuestras vidas y nos permite descansar, ordenar y proyectar nuestro consciente. El sueño está constituido por dos tipos: el sueño clásico profundo(No REM (etapa de sueño profundo), el que a su vez se divide en cuatro fases distintas), y por otro lado está el sueño paradójico (REM). Se ha demostrado que sonidos del orden de aproximadamente 60 dBA, reducen la profundidad del sueño, acrecentándose dicha disminución a medida que crece la amplitud de la banda de frecuencias, las cuales pueden despertar al individuo, dependiendo de la fase del sueño en que se encuentre y de la naturaleza del ruido. Es importante tener en cuenta que estímulos débiles sorpresivos también pueden perturbar el sueño.

Efectos sobre la conducta
El ruido produce alteraciones en la conducta momentáneas, las cuales consisten en agresividad o mostrar un individuo con un mayor grado de desinterés o irritabilidad. Estas alteraciones, que generalmente son pasajeras se producen a consecuencia de un ruido que provoca inquietud, inseguridad o miedo en algunos casos.

Efectos en la memoria
En aquellas tareas en donde se utiliza la memoria se ha demostrado que existe un mayor rendimiento en aquellos individuos que no están sometidos al ruido, debido a que este produce crecimiento en la activación del sujeto y esto en relación con el rendimiento en cierto tipo de tareas, produce una sobre activación traducida en el descenso del rendimiento. El ruido hace que la articulación en una tarea de repaso sea más lenta, especialmente cuando se tratan palabras desconocidas o de mayor longitud, es decir, en condiciones de ruido, el individuo se desgasta psicológicamente para mantener su nivel de rendimiento.

Efectos en la atención
El ruido hace que la atención no se localice en una actividad especifica, haciendo que esta se pierda en otros. Perdiendo así la concentración de la actividad.

Efectos en el embarazo
Se ha observado que las madres embarazadas que han estado desde comienzos de su embarazo en zonas muy ruidosas, tienen niños que no sufren alteraciones, pero si la exposición ocurre después de los 5 meses de gestación, después del parto los niños no soportan el ruido, lloran cuando lo sienten, y al nacer tienen un tamaño inferior al normal.

Efectos sobre los niños
El ruido repercute negativamente sobre el aprendizaje y la salud de los niños. Cuando los niños son educados en ambientes ruidosos, éstos pierden su capacidad de atender señales acústicas, sufren perturbaciones en su capacidad de escuchar, así como un retraso en el aprendizaje de la lectura y la comunicación verbal. Todos estos factores favorecen el aislamiento del niño, haciéndolo poco sociable.
Efectos psicológicos
1.Insomnio y dificultad para conciliar el sueño.
Fatiga.

2.Estrés (por el aumento de las hormonas relacionadas con el estrés como la adrenalina). Depresión y ansiedad.

3.Irritabilidad y agresividad.
Histeria y neurosis.

4.Aislamiento social.

5.Falta de deseo sexual o inhibición sexual.

6.Todos los efectos psicológicos están íntimamente relacionados, por ejemplo:
El
aislamiento conduce a la depresión.

7.El insomnio produce fatiga. La fatiga, falta de concentración. La falta de concentración a la poca productividad y la falta de productividad al estrés.